Desayunamos mientras observábamos a la
camera de la cafetería hacer sus oraciones y de ahí partimos en buscar de Terraporn,
que era el lugar que Nick y Hanna nos habían recomendado. Con el plano en mano,
un chico muy simpático y con un acento inglés extraño nos llevó hasta el lugar.
Desconfiados de nosotros pensábamos que nos quería llevar a otro sitio…pero
Jesse resultó ser instructor de la escuela “Alvaro´s Diving” donde acabamos
yendo a bucear.
El alojamiento era una chulada, unas casitas como las de la foto en un entorno súper tranquilo. Una gozada y totalmente recomendable. Como el día estaba nublado, fuimos a informarnos de los cursos y allí conocimos al resto de instructores, entre ellos un español, Miguel, muy simpático. Yo nunca había buceado, así que decidí hacer el bautismo al día siguiente y Roci, Marta y Simo un par de inmersiones. Como había que madrugar, la Castle Party & Simo´s birthday se tuvo que modificar por una cenita tranquila donde conocimos a varias parejas españolas que también estaban recorriendo Tailandia.
El alojamiento era una chulada, unas casitas como las de la foto en un entorno súper tranquilo. Una gozada y totalmente recomendable. Como el día estaba nublado, fuimos a informarnos de los cursos y allí conocimos al resto de instructores, entre ellos un español, Miguel, muy simpático. Yo nunca había buceado, así que decidí hacer el bautismo al día siguiente y Roci, Marta y Simo un par de inmersiones. Como había que madrugar, la Castle Party & Simo´s birthday se tuvo que modificar por una cenita tranquila donde conocimos a varias parejas españolas que también estaban recorriendo Tailandia.
Al día siguiente, ya estábamos
preparados para el buceo…yo con unos pocos nervios que se me pasaron enseguida
gracias a la clase magistral de Jesse con su acento neozelandés…”mate”. Mi bautismo fue una pasada, no me
esperaba que me fuese a gustar tanto, 12 metros de primera inmersión con una
visibilidad de 15 metros y unos corales preciosos, me gustó tanto la primer
experiencia que decidí hacer el curso allí.
Para la segunda inmersión, ya
buceamos todos juntitos, vimos un montón de barracudes, bat fish, angel fish,
corales preciosos…ect. Incluso Simó vio una tortuga y apuntito estuvimos de ver
un tiburón ballena.
Los días en Koh Tah
transcurrieron felices, buceando, haciendo snorkel (Marta y Rocío vieron
incluso tiburones), kayak y conociendo y saliendo con el resto de instructores
de buceo españoles que había por allí y que viven en ese paraíso muy felices.
Pero todo lo bueno se acaba, y
había que volver a Bangkok…después de un ferry, esta vez más antiguo, volvimos
a Chumphon y de ahí cogimos un
tren a Bankok…Viaje terrorífico de más de 7 horas a unos de 35 grados en
un tren bastante antiguo. Lo bueno era ver a los vendedores ambulantes
vendiendo todo tipo de comidas y bebidas.
Por fin llegamos a Bangkok y volvimos a
buscar alojamiento en Khaosan Road. Tardamos un rato porque había un montón de
turistas, pero Marta dio con un sitio estupendo y barato.
Al día siguiente quedamos con Iker, un pamplonica
expatriado en Bkk que se dedica a la venta de camisetas y vive de maravilla en
un rascacielos con piscina, varios restaurantes y supermercado propio. Iker nos
enseñó los entresijos de la ciudad y varios mercadillos baratitos donde comprar
los últimos souvenirs. Nos sorprendió la comuna de españoles que viven allí y
que nos hicieron ver que la vida puede ser muy fácil.
En estos últimos en Bangkok,
también hicimos turisteo. Yo no conocía nada, así que todos los templos seguían impresionándome. El Wat
Pho, el Wat Arun, El Palacio Real, donde nos tuvimos que alquilar esas ropas
que hacía que pareciésemos 4 locos escapados de un manicomio….muuuuyyyy guapos.
La verdad es que una ciudad algo caótica,
pero con mucho encanto.
El último día tocaba embalar los bártulos
y empaquetar la bici. Esto último lo solucionamos muy rápido. Llevamos a las
bicis a Velo Thailand donde por unos pocos baths nos las pusieron en unas cajas
estupendas, nos llamaron a un taxi enorme y casi con lágrimas en los ojos, nos
fuimos al aeropuerto.
Pero no todo acaba
aquí…aprovechando la escala de 9 horitas en Dubai, hicimos una visita de rigor
en un Ladie´s Taxi rosa con una taxista muy simpática que nos hizo un tour de
más de una hora por los sitios “emblemáticos” de la ciudad.
Y la experiencia terminó, para
mí, aunque sólo fueron 21 días, ha sido uno de los mejores viajes de mi vida.
Ir en bici aporta algo muy especial y la compañía fue inmejorable. ¿Qué más se
puede pedir? ¡¡Pues REPETIR al año que viene!!
María
María
¡CÓMO LO ECHO DE MENOS!
ResponderEliminarY yo... Te apuntas a una mini aventura por UK para quitarnos el mono?
ResponderEliminarOf course! Para el puente de noviembre! :)
ResponderEliminarDigo de dicembreeeee!
ResponderEliminarjeje me gustan las fotos submarinas!!
ResponderEliminarOhhh que recuerdooos....que increíble fue!! Gracias Marieta x traernos aire fresco en la recta final...nos encantó terminar el viaje con tu compañía!!
ResponderEliminarEcho de menos ko tao....fue un paraíso....
Gracias a los tres Saimon, Marti y Marieta x este viaje tan maravilloso.....
Ohhh que recuerdooos....que increíble fue!! Gracias Marieta x traernos aire fresco en la recta final...nos encantó terminar el viaje con tu compañía!!
ResponderEliminarEcho de menos ko tao....fue un paraíso....
Gracias a los tres Saimon, Marti y Marieta x este viaje tan maravilloso.....
impresionante MARIA, eres unica, me alegro mucho que seas amigas de mis hijas ROC Y MARTI, y SIMO claro jajajjaajaj,
ResponderEliminarvenga a prepara otra rutita....... animo besos
qué bonito....
ResponderEliminar